Las planchas deben usarse controladamente para poder evitar los riesgos de dañar el cabello. Es recomendable tener un día y una noche de descanso entre uso y uso, esto le dará a tu cabello el tiempo necesario para recuperarse. En todo caso, si hay señales de resequedad se recomienda usar un buen acondicionador, dejándolo actuar durante una hora o más después del lavado, para asegurar que penetre profundamente en el cabello.
Aplicar calor al cabello puede dañarlo causando puntas abiertas, por eso es importante usar un serum después del lavado para prepararlo a recibir el calor. Por otro lado dale mantenimiento a las placas de la plancha, asegurándote que siempre estén limpias. Si usas tu plancha todos los días, compra una que sea diseñada para uso diario, para minimizar el riesgo de estrés en tu pelo.
Técnicas como reacondicionamientos termales son muy populares ahora y son muy efectivos para alisar el cabello por largos períodos de tiempo. El proceso puede tomar unas 6 horas, pero no necesitarás repetirlo todos los días y en cuanto tus raíces empiecen a crecer, puedes darle un retoque. Usualmente los retoques se necesitarán cada 3 meses.
El uso de planchas con placas de cerámica es más y más popular en estos días, ya que mejoran la calidad de tu cabello. Si usas la plancha con los tratamientos adecuados, tu cabello se mantendrá acondicionado. Son recomendables también las cremas de protección contra el calor y bálsamos suavizantes. Muchos de estos productos también aumentarán el brillo de tu cabello.
En general, puedes usar tu plancha regularmente pero a mayor uso debes invertir mayor cuidado en tu cabello.
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